Para estos días lluviosos y fríos, armados de una taza de una bebida caliente y observando las gotas inundar la banqueta, es bueno pensar y recordar. Evocar aquellas cosas que marcaron el árbol de la vida en el tronco, como si fueren corazones tallados en su corteza por el cuchillo del amor, dejando su fiel testimonio de haber estado presentes, a la sombra de las copiosas frondas de este formidable hálito materializado en nosotros. Para ti especialmente Que cuando llueve me acuerdo De aquellos placenteros momentos Que grabaron en nosotros la felicidad... ©Carlos di Paulo Paulo
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